Breve Historia de la CVX
En 1540 San Ignacio de Loyola funda la Compañía de Jesús.
En 1563 un profesor jesuita belga, Jean Leunis, comenzó a reunirse con un grupo de estudiantes para crecer espiritualmente, uniendo fe y vida. Este fue el origen de las Congregaciones Marianas. Mucha gente se sintió interesada por este estilo, y comenzaron a sumarse nuevas “comunidades” teniendo como modelo esa primera congregación.
Con los años, hubo una disminución en el fervor y en la práctica: la vida espiritual de los miembros y su atención hacia los marginados quedaron reducidos a prácticas piadosas y acontecimientos simbólicos; muy distinto del espíritu comprometido que Ignacio o Jean Leunis habían soñado.
En 1948, el Papa Pio XII dio un importante impulso a la renovación de las Congregaciones mediante un documento (Bis Seaculari), sobre su identidad y sobre la importancia del apostolado.
En 1953, se fundó la Federación Mundial de Congregaciones Marianas.
Después de varias asambleas en distintas partes del mundo, la Federación asume en Roma (1967) un nuevo nombre y un nuevo comienzo: Comunidades de Vida Cristiana. Un año más tarde, se aprueban los Principios Generalas que la rigen.
Así, vemos que la vocación a la misión ha estado presente desde el principio.
También, que CVX es una comunidad de laicos, “amigos en el Señor”, que encuentran como modelo y camino para configurar su amistad la vida y la experiencia de San Ignacio.
En 1563 un profesor jesuita belga, Jean Leunis, comenzó a reunirse con un grupo de estudiantes para crecer espiritualmente, uniendo fe y vida. Este fue el origen de las Congregaciones Marianas. Mucha gente se sintió interesada por este estilo, y comenzaron a sumarse nuevas “comunidades” teniendo como modelo esa primera congregación.
Con los años, hubo una disminución en el fervor y en la práctica: la vida espiritual de los miembros y su atención hacia los marginados quedaron reducidos a prácticas piadosas y acontecimientos simbólicos; muy distinto del espíritu comprometido que Ignacio o Jean Leunis habían soñado.
En 1948, el Papa Pio XII dio un importante impulso a la renovación de las Congregaciones mediante un documento (Bis Seaculari), sobre su identidad y sobre la importancia del apostolado.
En 1953, se fundó la Federación Mundial de Congregaciones Marianas.
Después de varias asambleas en distintas partes del mundo, la Federación asume en Roma (1967) un nuevo nombre y un nuevo comienzo: Comunidades de Vida Cristiana. Un año más tarde, se aprueban los Principios Generalas que la rigen.
Así, vemos que la vocación a la misión ha estado presente desde el principio.
También, que CVX es una comunidad de laicos, “amigos en el Señor”, que encuentran como modelo y camino para configurar su amistad la vida y la experiencia de San Ignacio.